
Cualquier persona que haya escuchado la magia escondida tras las canciones de The Beatles, ha escuchado a John Lennon. Él no ha muerto. Él vive ahora a través de ese legado el cual sigue tan vigente (o quizás aún más)como el primer día. Agregar más a esto sería decir lo que muchos han dicho. Hablar de cómo su innovación e irreverencia aplicada en la música inspiraron a toda una época, toda una era de cambios en el mundo. John Lennon es parte importante de la banda sonora de ese cambio, del cual nosotros somos herederos directos. ¿Qué más se puede decir? Su mente era asombrosa. Todavía nos sigue sorprendiendo. Imaginen escuchar, después de una era gobernada por el Rock&Roll y las letras cliché sobre chicas malas y amor sin fin, un tema como "Lucy in the Sky With Diamonds", desbordando colores e imágenes irreales, a través de coros, guitarras como nunca antes habían sido tocadas y letras sin igual, todo producto de una imaginación fructífera como en el mundo han habido pocas. Su carrera siguió y él, perseguido por fantasmas, por sentir que no podía superar otra mente creativa como la de Paul McCartney, se perdía y sin embargo, junto a la mujer de su vida, Yoko Ono, nos enseñó que la redención, la paz y el verdadero amor si pueden ser alcanzados, si así lo queremos.
Es por esto que en un día como hoy, recordamos a John Lennon, después de haberlo perdido hace 29 años. Después de tantos años, aún lo extrañamos y nos sentimos tristes por que nos fue arrebatado antes de tiempo. Y así lo seguiremos extrañando, siempre, porque él, como ninguno ha sido y sigue siendo una gran inspiración, el mejor maestro y el mejor amigo para nosotros en La Banda de la Mente. La única mente con la que vale la pena competir porque sabemos que nunca podremos superar.
Gracias John por tu música, por tus sueños, por creer que el mundo si puede ser un lugar mejor y por tantas otras cosas que fuiste que, en días como hoy, solemos olvidar.
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